sábado, 20 de febrero de 2010

Soledad y Los Alonsitos, lo más aplaudido de la primera noche

Primero la santafesina con Julio Cáceres y luego los capitalinos, bien festivaleros, en compañía de la Sole y con tiempo para los homenajes, hicieron levantar a la platea del Cocomarola. Fiesta impecable para una inauguración de carácter memorable.

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Soledad Pastorutti y Luis Moulín, de Los Alonsitos, en uno de los momentos culminantes de la primera gala del festival mayor del chamamé.

Por M.M.

Sólo 15 minutos después de la medianoche, Juan Carlos Cosarinsky anunció por micrófono el enlace con la televisión nacional, Canal 7, que desde ese momento y hasta las 3 de la madrugada, transmitiría la Fiesta de Corrientes al país. “La Fiesta Mundial del Chamamé”, según llamó el “Flaco” al evento y así lo repitió a lo largo de la noche, junto a sus colegas Raúl Báez, Alfredo Norniella, Oscar Gómez Castañon y los “internacionales” Rigoberto González Mann de Paraguay y Paulo Mendouza de Brasil.
Las luces se encendieron a pleno para recibir a la cantante Soledad Pastorutti, la santafecina nacida en Arequito, que hace dos décadas viene endulzando con su voz, el folklore nacional y en este caso, el chamamé de los correntinos. Simpática y con una fuerza arrolladora en el canto, se presentó la jovencita que en pocos meses será mamá primeriza. No mezquinó elogios para Julio Cáceres (de “Los de Imaguaré”), cuando recitó a su lado los versos de “Compadre que tiene el vino”, tema que coreó la platea. Vino luego su hermana Natalia con la que repasó su infancia en la casa paterna de Alem y San Lorenzo en Arequito, la sencillez de su familia que aun conserva y el gesto espontáneo de una sonrisa que amplía su dominio escénico, tan impecable por cierto.
Atenta con sus músicos, con el personal técnico y con la prensa, la Sole hizo diez temas (“Cantalicio vendió su acordeón”, de Mario Bofill, “El mensú”, “Trasnochados espineles”, “Tiré tu pañuelo al río”, entre otros) y se despidió con un bis: “Puerto Tirol”.
“Ya vuelvo”, dijo saludando con la mano luego de una hora de actuación. Para las 3 de la madrugada cumplió con su promesa y no estuvo sola. Acompañó a Los Alonsitos, los verdaderos animadores de la Fiesta del Chamamé. Su sola presencia en el escenario alza a todos por igual de sus asientos, niños, jóvenes y adultos no se resisten a ese famoso “Ponchillo Colorado” que siempre parece estrenarse con las voces de estos cuatro amigos-hermanos que transitan ya veinticinco años por los escenarios del país. Profetas en su tierra, contentos de estar en suelo correntino, se mostraron con algunos reconocimientos, por ejemplo, a la música de don Salvador Miqueri, de quien hicieron tres temas. “Es que don Salvador dice que hasta que no cantemos algo suyo no vamos a ser famosos”, adelantó Luis Moulin. “Tu pañuelo”, “Imploración” y “Mi bien amada”, arrancaron fuertes sapucay de los fanáticos del mburucuyano.
Como invitado de lujo, Richard Scófano y su bandoneón (para “Niña del Ñangapirí) y así, Luis Moulín, Ariel Báez, Marcelo y Marcos Roselli Majul, ampliaron la sonrisa de bienvenida al ingresar Soledad Pastorutti que los saludó con dos besos en cada mejilla, una distinción que tienen los “chamigos” correntinos.
“Debo mi eterno agradecimiento a Los Alonsitos que allá por 1991, cuando yo tenía 12 años me cedieron un espacio en Córdoba para estar junto a ellos en una actuación en el Auditorio de Radio Nacional. Los chicos ya eran famosos, yo aun una desconocida”, dijo muy emocionada, mientras acariciaba su panza que alberga al hijo por nacer. “Si, respondió Luis y ahora seguro nos pide la llevemos a la clínica también”, agregando la Sole que seguro llegaría en la camioneta con el nombre de Los Alonsitos, bromas de amigos que saben del gusto por las experiencias compartidas, tanto arriba como debajo del escenario.
“A mi Corrientes porá” y “Kilómetro 11” fueron dos de los temas seleccionados y hasta la pareja Pastorutti-Moulín se animó al baile, incentivando a la hinchada de la solista y el grupo que con carteles y papelitos, bolsos, pañuelos y abrigos al aire, saludaban para las cámaras televisivas del país y del mundo, ya que como se sabe, el satélite más internet se ocupaban de que así ocurra.

Fuente: http://www.el-litoral.com.ar/leer_noticia.asp?IdNoticia=128285

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